domingo, 10 de enero de 2010

CONDICIÓN DE IRREALIDAD

Debería haber remedios o materiales que te alejen de la sensación de ser mísero, de tener que ocultar tu verdadera cara, o el rostro de lijilla que siempre has tenido. Pero así funciona. Ser extranjero es así, es cargar con un país a tus espaldas y otro adelante, poseer razones para equivocarse que nadie justifica, la sensación de ser un cobarde porque no te entienden. Entonces es cuando llega aquel sentimiento que te hace agachar la cabeza, te hace sentir mínimo: ¿dónde están tus amigos, en dónde esta tu familia? No hay nadie cerca, hay simulacros, hay intentos. En el extranjero, todo funciona como un simulacro, como una prueba, un ensayo de que todo puede salir bien o muy mal. Eres exótico, eres inmigrante, eres un don nadie con quien nadie cuenta. Tal vez no te quieran contar. Tal vez todo ha sido un error. Tal vez todo sea una casualidad. Recuerdo aquel libro fabuloso de Javier Marías “Mañana en la batalla piensa en mi” que hablaba de aquellas casualidades, como que tu amante se muera delante de ti en su apartamento, una casualidad única, como estar en París o en Madrid y que sea allí en donde caiga la última bomba en una guerra que no te pertenece. Ser extranjero tal vez sea simplemente pertenecer a un lugar en donde nadie te conozca, pero ese lugar puede ser tu propia casa, o incluso puedes conocer gente y no por eso dejas de ser extranjero o miserable o un don nadie en un punto del universo. Lo sucesivo es lo que viene como lo irremediable es tu pasado, todos saben de donde vienes, o saben que vienes, no que vas, es en ese instante en donde se desata, de una manera melancólica y a veces hasta deprimente, tu condición de foránea, tu condición de irrealidad. Ser extranjero es vivir en una condición de irrealidad en donde siempre estás inventando el mundo que tienes alrededor. Eso es cierto. Somos irreales. Pero y entonces en ¿dónde está la realidad del que vive afuera? Muchos de nosotros, la dejamos hace cierto tiempo, en ese lugar que algunos no queremos nombrar.

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